Los animales y plantas han tenido que emprender la huída y abandonar su hábitat quedando reducidos, en algunos países, a espacios naturales protegidos o a lugares sin presencia humana. Acciones directas como la caza ilegal e irresponsable, tan empleada en tiempos pasados con emblemáticos mamíferos como el lobo, extinguido en Aragón, o la persecución directa de animales como el oso porque entra en conflicto con actividades humanas, son a su vez motivo de alteración. Poco a poco hemos ido apartando todas aquellas especies que nos "molestan": venenos que se colocan para "alimañas" como el zorro y que son la causa de la muerte de cientos de aves tan amenazadas como el águila real o el quebrantahuesos y trampas como los tendidos eléctricos que son una barrera que se convierte en mortal para las aves, varios ejemplares de águila-azor perdicera chocan contra los cables o se electrocutan al posarse en las torres, quedando heridas o muriendo por esta causa.
Hemos contaminado las aguas de ríos, mares y acuíferos haciendo cada vez más difícil habitar en las masas de agua, verdaderos caldos de vida. Carreteras, pistas forestales, canteras, extracciones de tierra, el urbanismo desmedido en algunas zonas o impactos como actividades turísticas masificadas, movimientos de tierra que terminan con poblaciones de flora, hacen cada vez más complicado la relación en equilibrio con el resto de especies.
Todo está ocurriendo tan rápido que en la mayoría de casos, plantas y animales no pueden adaptarse a las nuevas condiciones y van disminuyendo en número, poniéndose en peligro a la especie.
Pero hay todavía esperanza, hay que pasar a la acción y gracias a la presión de científicos y ONGs, algunos gobiernos están trabajando en planes de acción, se empieza a hablar de desarrollo sostenible, crecen las partidas destinadas a la educación ambiental, pero es necesaria todavía mas conciencia ambiental para evitar la pérdida de BIODIVERSIDAD, ya que en esto perdemos
Los tendidos eléctricos son auténticas trampas para las aves.
Lobo (Canis lupus).
Los deshechos humanos van a parar a las aguas contaminando gravemente los acuíferos.
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